No debería sorprender a nadie que haya vivido los últimos tres años que la forma en que trabajamos haya cambiado drásticamente. La aparición de la pandemia de la COVID-19 obligó a las organizaciones a buscar la mejor manera de permitir a sus empleados trabajar desde casa de forma segura y sencilla. El resultado fue una aceleración de tendencias que ya estaban en marcha. El trabajo es ahora híbrido, y la adaptabilidad y la flexibilidad siguen siendo requisitos clave para las organizaciones que trabajan para proteger una plantilla híbrida distribuida.
Jason Clark, director de seguridad y estrategia de Netskope, se hizo eco de sentimientos similares en julio sobre cómo hacer posible el trabajo híbrido, señalando: "En un modelo de trabajo híbrido ideal, los empleados se sienten capacitados y más productivos gracias a la libertad de hacer su trabajo desde cualquier lugar o dispositivo, siempre que sea más conveniente. Los usuarios necesitan un acceso rápido y seguro a sus datos, independientemente de dónde se encuentren sus aplicaciones".
Además de proteger mejor unos trabajadores híbridos, los directivos también necesitan comprender mejor cómo trabajar con el mercado de talentos actual, cada vez más híbrido. La calidad de los directivos se cita a menudo como uno de los motivos por los que los empleados abandonan una empresa. Como resultado, una mala experiencia del empleado puede llevar a que los empleados "empaquen" datos confidenciales y, se den cuenta o no, se conviertan en una amenaza interna. El Informe de Netskope sobre la nube y las amenazas de julio de 2022 descubrió que el 20% de los usuarios suben más datos de lo habitual a aplicaciones e instancias personales durante sus últimos días de empleo.
Lo que esto demuestra es cómo una gestión adecuada, en medio de tanto movimiento por parte de los empleados, no sólo sirve para afectar a la experiencia de los empleados, sino tam