La definición de Prevención de Pérdida de Datos engloba un conjunto de prácticas y herramientas destinadas a evitar la fuga de datos (también conocida como exfiltración de datos) por un mal uso intencionado y no intencionado. Estas prácticas y herramientas incluyen el cifrado, la detección, las medidas preventivas, las ventanas emergentes educativas (para los movimientos no intencionados), e incluso el aprendizaje automático para evaluar las puntuaciones de riesgo de los usuarios. Con el tiempo, la DLP ha evolucionado en el ámbito de la protección de datos y se ha convertido en una característica principal de la implementación de la protección de datos.
Por simplicidad, usaremos la sigla «DLP» a lo largo de esta guía para referirnos a todas estas medidas, salvo que se indique otra cosa.
