Mientras todos aprendemos a aplicar en la práctica la tecnología emergente del Servicio de Seguridad en el Borde (SSE), he aquí un importante caso de uso de SSE—quizá el más significativo, al menos en nuestro futuro inmediato. De cara a 2022, muchas empresas tendrán sin duda planes de vuelta a la oficina en su mente. Pero la vuelta a la oficina conlleva sus propios riesgos inesperados para los que los responsables de seguridad deben estar preparados. Del mismo modo, también se vislumbra en el horizonte la "Gran dimisión" de los trabajadores del conocimiento en busca de opciones más permanentes de trabajo desde casa. El "Gran cambio" es la situación más probable, similar a la agencia libre con los atletas, como ya se ha visto en el sector de servicios del mercado laboral en 2021. Está claro que los departamentos de seguridad necesitan reorientar su mentalidad ahora para asegurarse de que sus datos están seguros dondequiera que residan y desde dondequiera que se acceda a ellos cuando los empleados hagan cambios en su carrera profesional. En concreto, utilizar la visibilidad, el conocimiento de las instancias y el contexto de los datos inherentes a una arquitectura de servicio de acceso seguro en el borde (SASE), así como las tecnologías que componen SSE y forman la parte de seguridad de SASE.
Las amenazas internas detrás de la "Gran dimisión"
Poniendo esta situación en perspectiva, la mayoría de las organizaciones anuncian su intención de volver a las oficinas con 30-60 días de antelación para dar a los empleados tiempo suficiente para prepararse. Lo que muchos esperan es que los empleados que se han acostumbrado al trabajo a distancia no quieran volver a un entorno de oficina, buscando en su lugar un trabajo a distancia permanente, y dispuestos a cambiar de trabajo por acuerdos más flexibles. Pero a medida que aumentan las búsquedas de empleo, también lo hace el riesgo de exfiltración de datos sensibles.
A principios de este año, Netskope Threat Labs descubrió un aumento del 300% en el robo de datos de los empleados durante sus últimos 30 días de trabajo, y el 74% de esos datos fueron a parar a instancias personales de Google Drive. Además, el informe sobre amenazas en la nube de Netskope también señala que el 83% de los dispositivos corporativos gestionados ya tienen configuradas